Las cuatro décadas que documenta la exposición demuestran que el performance es un medio privilegiado de expresión para los artistas latinoamericanos. Su uso, en un principio, fue meramente estilístico, era una espectacular y expresiva herramienta, como lo había sido antes para la vanguardia europea. Sin embargo, con el paso del tiempo, el performance latinoamericano, en su mayoría, se ha inclinado hacia lo político, hacia la denuncia, hacia la marginalidad. Su esencia provocativa y efímera, en países de asimetrías sociales y políticas, se lo ha impuesto.
Curadora: Deborah Cullen