Treinta y siete acrílicos, collages y dibujos del artista de 26 años, dueño ya de un depurado oficio, en ese momento más gráfico que pictórico. Resaltan imágenes (¿nocturnas?) de barrios en proceso de construcción, siendo las varillas de las incipientes edificaciones motivo para el desarrollo de composiciones líricas, al tiempo que estructuradas.