Por un lado, escenas de rascacielos desplomándose y vistas de los puentes de Manhattan, o de taciturnos peatones con abrigo y bombín, y grupos de desempleados pisoteando la acera, por el otro, caricaturas de celebridades y de transeúntes anónimos, y donairosos bosquejos de la vida nocturna en los antros del barrio negro: he aquí dos perspectivas -más que divergentes, concordantes y simultáneas- que suscita un conjunto de obras de José Clemente Orozco (1883-1949) y Miguel Covarrubias (1904-1957) produjeron en Nueva York, donde coincidieron probar suerte en Estados Unidos.
Curadora. Sylvia Navarrete