Thomas Emde 1988-1997, Obras

El artista alemán nacido en 1959 presentó una serie de pinturas que son concebidas como objetos en los que los materiales pictóricos generan tejidos, similares a los de las telas, en primera instancia sin ninguna intención de expresar o representar algo. Posteriormente, Emde comenzó a manipular lúdicamente las “imágenes” que llegaban a “aparecer” incidentalmente en sus tejidos pictóricos.
Thomas Emde
04 Mar 1999
15 Abr 1999

En sus primeras obras se aprecia la preocupación de Tomas Emde por el problema artístico que constituye todavía hoy el centro de su obra: el color.  Su interés no se centra en problemas relacionados con la aplicación de este medio artístico, tales como el color como el símbolo o el color como portador de significado, si no en una de las características o campos de aplicación de este medio menos considerados hasta el momento: la pintura como material autónomo.
Como quiera que se consideren estas obras, como objetos o como cuadros, hay un aspecto en el que se diferencian fundamentalmente de las conocidas y familiares obras de arte contemporáneo, que se ocupan de la pintura en sí y que se manifiestan como pinturas monocromáticas o como pinturas de grandes trazos de color en el sentido de un expresionismo abstracto, puesto que aquí la pintura no se utiliza para algo sino como algo. Esta independización de la pintura hace del objeto un sujeto, de algo utilizado algo utilizable.
Posteriormente desarrolla una técnica especial de aplicación de la pintura que caracteriza sus obras desde entonces: la estructura nudosa. Una nueva pintura que ofrece una capacidad de adherencia tan estable como para poder ser empleada sin un soporte como lienzo o la madera. 
Curador: Norbert Norbis
Colaboración: Commerzbank y Goethe Institut
 

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