El proceso de creación que sigue desde hace unos años Gina Arizpe se caracteriza, esencialmente, por el tejido de distintas secuelas correspondientes a acontecimientos reguladores de la existencia ordinaria en este presente difícil.
Secuelas que esta artista multidisciplinaria suspende brevemente y sugiere asociar con circunstancias flotantes. Exámenes y mementos depositados tanto en objetos estéticos como en activismo urbano que vibran en una frontera: aquella entre dimensiones de la conciencia y la construcción de identidad personal, y sus consecuentes capas de transformación, mudanza total, probable redención, o llano reclamo vital.
En este borde que trenza Arizpe son urdidas distintas tramas. Una buena parte de estas tienen como protagonista único a la misma artista, representando la identidad de cualquier mujer y ella misma: en certera dinámica, tanteando la amplitud de tiempo no normativo, o en registro de la disolvencia sin huellas en un contexto de eventual persecución, o en el posicionamiento transversal de signos de experiencias de adversidad en marcos institucionales.
Otros hilos de su madeja son concertados en emplazamientos donde participan comunidades y grupos humanos específicos viviendo condiciones de marginalidad social, incorporándolos a la configuración de experiencia estética, y al mismo tiempo esgrimiendo limitaciones impuestas sobre sus personas, en franca tarea de solidaridad y reivindicación humanista.
Curador: Guillermo Santamarina